Los hábitos son como los corchos
Como corchos? Pregunta el “maese” Erasmo. Si como tales, ya que ellos tienden a mantenerte arriba o a hundirte. Y es que hay alguna diferencia?, agrega el orate Gaudencio; si, y esta es bastante simple. Un hábito bueno, como por ejemplo el del ejercicio ayuda bastante, levanta el ánimo, y mantiene el espíritu en alto.
Y entonces? agregaría, Venancio. También, algo simple de decir, más dificultoso a veces de mantener, y esto es que un mal hábito, como por ejemplo el de la murmuración, conduce a estados con consecuencias insospechadas. Bueno, pero sería entonces saber cuál es el camino más indicado a seguir?
También muy sencillo en expresión pero que, para practicarlo, necesita una decidida acción. Y cuál sería? Buena y oportuna pregunta. Para mejorar hay que cambiar hábitos, los malos por otros buenos, implicando ello una renovación mental, espiritual, y de actitud, la que nos conducirá hacia una el logro más aceptable calidad de vida.
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