El
muy sabio Saulo de Tarso hablaba del amor con gran sapiencia expresando que
" El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta..... Y
ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de
ellos es el amor".
Este
concepto tan bien expresado y que coincide con el legado de Jesús de Nazaret,
quien lo dejo al mundo como el gran mandamiento cuando sintetizó su Voluntad
diciendo " Amaos los unos a los otros", concepto que tristemente el
hombre envilece cada día más tornando tan bella expresión en algo parecido a
" Armaos los unos contra los otros",
tal como con profundidad lo expresara en su discurso ante la asamblea de las
naciones el inolvidable Mario Moreno “Cantinflas” en la célebre película "
Su excelencia".
Si
el hombre y la mujer regresaran al amor, con seguridad que en la tierra habría
más justicia, equidad, y paz, ya que en un corazón en donde reside el Amor,
solo principios de sano vivir son los que adornaran su existencia. Convoquemos
pues al reverdecer del Amor que nos permita estar en un presente mejor para
dejar así sentadas de esta manera las bases para un futuro más plácido y feliz.
Miami,
Julio 29 de 2015
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