"Perdete dinero”, decía mi amigo Byron Calderón cuando de muchachos jugando billar le fallaba una carambola. La frase era muy significativa ya que entonces como era preciso pagarle al establecimiento el tiempo por el alquiler de la mesa, a quien le correspondía el desembolso era a aquel que perdía el partido ( lo llamábamos chico), por lo que un error ponía en riesgo el bolsillo de uno de los contrincantes.
Pero el punto no solo se aplica a ello sino también en múltiples actividades de la vida humana. Un estudiante que no prepara bien su asignatura corre el riesgo de que al final lo "rajen". De otro lado, quien no cuida su trabajo desaprovechando el tiempo o faltando a él, es muy probable que lo despidan del mismo. Y un parejo que no cuida su relación alimentándola con buen comportamiento y bonitos detalles, también correrá el riesgo de perder a su amada.
Por lo anterior es importante traer a colación el valioso refrán que dice " El que tenga tienda que la atienda o si no que la venda" para evitar incurrir innecesariamente en las pérdidas de las que hablaba mi amigo Byron al fallar una tacada, y que son susceptibles de presentarse en diferentes etapas de la existencia de los seres humanos.
Miami, Abril 15 de 2015
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